Es sorprendente la gran evolución que ha experimentado el método Pilates desde el siglo pasado, podríamos decir que Pilates es un método vivo que ha sabido crecer y adecuarse a las distintas necesidades en diferentes momentos de su historia.
Los seis principios
del Pilates
Si hay algo que se ha mantenido inamovible son los seis pilares básicos o normas de carácter general que rigen la ejecución de los distintos movimientos del método Pilates.
La respiración
Uno de los principios más importantes de las sesiones del método Pilates es la respiración y su control. Cada movimiento del método Pilates tiene una respiración preestablecida que nos ayuda a realizar el ejercicio: una respiraciòn completa y bien organizada facilita la ejecución de cada uno de los movimientos así como la estabilización.
Dependiendo del nivel de la persona que está practicando Pilates, la respiración puede organizarse generalmente en dos o cuatro tiempos. Es importante aprender a realizar la respiración de forma adecuada en cada ejercicio para facilitar la coordinación en el movimiento.
La visión del centro y su funcion
Se define core, centro, powerhouse, todas las fuerzas del cuerpo parten de la zona central del mismo, y desde ahí se transmite hasta las extremidades. Este trabajo contínuo de atención al centro de nuestro cuerpo, con su musculatura interna y externa, consigue que los movimientos dentro y fuera del aula de Pilates se realicen de forma segura y eficiente.
El concepto de control
Originalmente, Joseph Pilates denominó a su método contrology, traducido como contrología o ciencia del control. A través de esto lo que buscaba era dar importancia a la ejecución correcta y controlada de cada uno de los movimientos de su método. Hace alusión también al control del cuerpo y de la mente, buscando la unión entre ambos para una perfecta ejecución de los ejercicios.
La concentración
Prestar la máxima atención a los movimientos que estamos realizando, manteniéndonos en el momento presente, es otro de los principios básicos que deben regir las sesiones. Este principio nos ayuda a realizar esa unión cuerpo-mente de la que hablábamos antes y a centrar toda nuestra atención en la parte del cuerpo que estamos entrenanando y que está involucrada en el movimiento en cada ejercicio.
La consecución de la fluidez
Es el resultado de la experiencia que se construye con infinitas repeticiones, escuchando, percibiendo, desarrollando un tacto sutil con uno mismo. Los movimientos no deben ser forzados ni cortantes, sino que deben realizarse con un tempo adecuado y estar enlazados unos con otros de una manera encadenada y fluida gracias al ritmo (flujo) constante de la respiración.
El ejercicio, movimento técnico y saludable de la estructura funcional busca luego un movimiento natural, que involucre todos los planos y todos los movimientos del cuerpo.
El valor de la precisión
Muy relacionado con la concentración y la fluidez encontramos el principio de la precisión: cada movimiento de Pilates debe ejecutarse de forma precisa y perfecta. Para ello es importante seguir las progresiones de los ejercicios de modo que pasemos de lo más simple a lo más complejo de forma fluida. Eso garantiza poder seguir paso a paso a nuestros alumnos en su evolucion. También las distintas modificaciones en función de las necesidades de cada alumno son importantes para la correcta realización de los movimientos.
El gran valor del método es que todo lo que aplicamos en una sesión, incluyendo estos principios, también podemos llevárnoslo a nuestro día a día o a nuestra práctica deportiva.
Te lo habrás planteado
¿Pilates mat, máquinas o reformer?
Los principios de Pilates se aplican por igual en ambas versiones, pero la diferencia es sustancial. El Pilates máquinas se realiza con una serie de aparatos diseñados por J. Pilates con el objetivo de facilitar la consciencia y ejecución del movimiento, trabajar de una manera uniforme todo nuestro cuerpo con rangos articulares amplios y sin apenas impacto. En resumen, las máquinas nos permiten entender mejor el movimiento y trabajar de una forma más versátil, en especial si tenemos alguna limitación de movilidad o patología o si queremos reforzar movimientos específicos deportivos, reforzar y/o recuperar esquemas corporales (skills) perdidos o alterados (disfunsionales).
En suelo (Pilates MAT), se desarrolla consciencia sobre nuestro cuerpo en la gravedad, debería ser el paso siguiente después de un buen auto-conocimiento. La conciencia del movimiento ha de ser mucho mayor para realizar correctamente los ejercicios, así que al contrario de lo que se piensa, lo ideal sería empezar a practicar con las máquinas y una vez tengamos base, percepción, consciencia y esquemas recuperados y/o equilibrados pasar a la parte de suelo donde trabajamos básicamente con el peso de nuestro cuerpo.
Pilates desarrolló sus máquinas para facilitar el movimiento, comprender y tomar consciencia del cuerpo y sus expresiones. «Las máquinas» nos aportan información sensorial extra para controlar mejor el movimiento, hacerlo más eficiente, preciso y fluido. En suelo nuestro cuerpo se mueve libre, aunque actualmente utilicemos muchos implementos (fitball, bandas elásticas, pelotas con pesos, aros, motr) si no tenemos un buen control sobre nuestro movimiento será más complejo realizar los ejercicios de una forma correcta.
Tanto en máquinas como en suelo la «dificultad», desafio y trabajo dependen de los ejercicios y sus progresiones, pero es importante remarcar, que la parte de suelo requiere de más consciencia y control corporal. Las sesiones están pensadas para tonificar todo el cuerpo, siempre desde nuestro centro, lo que ahora se ha popularizado como trabajo de core, pero las cargas desde las máquinas pueden ajustarse de una manera mucho más individual para adaptarse a las necesidades particulares de cada persona.
Entonces, ¿con cuál trabajamos más?. La intensidad dependerá de la dificultad/complejidad de los ejercicios, número de repeticiones, la velocidad de ejecución de los mismos… podemos jugar con muchas variables para hacer más o menos intensa la sesión, pero siempre tendremos más posibilidades trabajando con las máquinas ya que podemos ajustar las cargas.
«Mi consejo es iniciarse primero con las máquinas, pero no renunciar a nada, me encanta el pilates en suelo y alternarlo con sesiones con máquinas”
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