Dolor crónico de espalda
En mi opinión es muy útil partir de una premisa fundamental:
Todos los tejidos tienden a curarse con el tiempo, absolutamente todos.
Hay situaciones en las que el daño es tan grave que el cuerpo no tiene capacidad de recuperarse por sí mismo. En estos casos normalmente es necesario recurrir a la cirugía. En cambio hay otras ocasiones en las que, por diversas razones, el dolor permanece una vez reparado el daño que provocó ese dolor originalmente.
Esta afirmación, aunque te parezca difícil de creer, es totalmente cierta. Por poner un ejemplo, no existe una hernia lumbar que genere dolor indefinidamente, pero sí que hay gente que experimenta dolor lumbar durante años.
Entonces… ¿dónde está el dolor?
¿Por qué sigue doliendo si el tejido ya se ha recuperado? Hoy en día existe evidencia suficiente que nos permite entender porqué algunas personas experimentan dolor crónico y, en la mayoría de las ocasiones, la explicación más aceptada es que tiene que ver con el ciclo miedo-evitación.
Para explicártelo de la forma más sencilla posible:
En presencia de dolor, algunas personas afrontan la situación con una actitud «pasiva» y con el objetivo principal de «controlar el dolor». Esto les hace desarrollar creencias acerca del daño estructural que tienen (o ellos creen que tienen).
Debido a estas creencias, empiezan a tener miedo a moverse, por tanto se mueven menos y si lo hacen, lo hacen con excesiva tensión y normalmente con una mecánica «aberrante». Este miedo y este movimiento «extraño» les lleva a desarrollar una conducta de evitación, es decir, dejan de hacer cosas. Por ejemplo, dejan de hacer deporte, se cogen la baja laboral, etc… Cuando dejas de hacer cosas, entras de lleno en el ciclo de la discapacidad, que es una palabra que suena muy fuerte pero en realidad significa eso, que has perdido la capacidad de hacer cosas que antes hacías. Para rematarlo, menos movimiento, conlleva más miedo, no moverse provoca dolor, esto alimenta todavía más las creencias acerca de la gravedad del daño, por tanto más evitación y más discapacidad. ¿Qué pasa entonces?
Este ciclo se retroalimenta positivamente haciendo que el dolor no se resuelva como biológicamente debería hacerlo, y se convierta en un cuadro de dolor crónico.
Como ves, a la hora de predecir qué factores pueden provocar dolor, lo que sabemos es que los factores psicológicos son fuertes predictores de dolor y discapacidad, por el contrario, es muy difícil predecir la correlación entre un daño físico y el dolor que éste provoca.
¿Qué recomiendo hacer?
Plantearse de recuperar la visión holistica de ti mismo, aprender con la ayuda de un profesional. Si te resuenan mis palabras, contáctame te ayudaré, recuerda que: El reposo no es rehabilitación.
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