Cómo practicar bien Yoga según Patanjali
Hace una semana hemos reanudado las clases grupales, ha sido un lujo volver a compartir y a guiar clases y sesiones de yoga, y quiero dedicar un momento de atención a un Sutra en concreto el 1.12 donde se introduce dos elementos esenciales en la filosofía del yoga: El abhyasa (esfuerzo sostenido) y el vairagya (el desapego por el resultado).
Cuando se practican juntos, sirven como un mapa de carretera espiritual y práctico para abordar casi cualquier aspecto de la vida con más ecuanimidad.
Como gran parte de la sabiduría de Patanjali, el esplendor del Sutra 1.12 reside en la sencillez de su premisa y en la universalidad de su aplicación.
La esencia: si puedes ser resuelto en tus esfuerzos y, en igual medida, no obsesionarte con el resultado de dichos esfuerzos, tu conciencia se volverá menos agitada, y tu (vrittis) modificaciones mentales o patrones de pensamientos habituales se irán.
Decirlo es fácil, pero hacerlo es otra cosa.
Normalmente tenemos tendencia hacia un extremo del aspecto energético. Agitados, demasiado enfocados, apegados a los resultados o calmados con falta de perseverancia en sus esfuerzos. Ambos extremos pueden derivar en una mente agitada; ir detrás de fines específicos puede producir una psique trastornada e inquieta, mientras que la incapacidad de comprometerse puede derivar en una mente dispersa y distraída.
Como tantas cosas en el yoga, la solución pasa por encontrar una senda menos binaria, donde los opuestos coexisten y se equilibren entre sí. En eso consiste el Sutra 1.12: cultivar la capacidad para ser firme y determinados por los frutos de nuestro trabajo.
Lo importante no es el resultado, es la calidad de la mente que acompaña el trabajo.
Este Sutra te invita a actuar sin aferrarte a los resultados y a observar el efecto sobre tu conciencia mientras lo haces.
Namasté
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